Las láminas antivandálicas aumentan la resistencia de cualquier tipo de cristal frente a robos o actos vandálicos. En caso de impacto los fragmentos quedan adheridos a la lámina evitando la proyección de cristales y por consiguiente, los accidentes derivados de impactos fortuitos.
Estas láminas están formadas por multicapas de poliéster de calidad óptica de 100 micras de espesor nominal s/ ASTM D645, y son válidas tanto para colocación interior como exterior, aunque el uso más habitual es exterior, ya que actúa como barrera invisible que protege al cristal de pintadas, ralladas y graffiti ácido, de manera que se puede sustituir fácilmente la lámina vandalizada y el cristal queda intacto.
La sustitución de la lámina es fácil debido a que dispone un adhesivo acrílico removible que facilita el proceso de reposición. No altera la transparencia y visibilidad del soporte una vez instalada.
